NO ACEPTO SOBRAS

No acepto sobras.
No acepto más lo que hay de más.
Hoy elijo yo y si no me eliges, todo bien, pero me voy, me muevo, sigue tu camino y yo el mío.
Quiero lo mejor, quiero los mimos, las caricias, quiero los momentos.
Quiero entregarme y recibir.
Quiero aceptar los piropos, los abrazos, los besos…
No acepto sobras.
No espero que me den lo que no tienen.
No espero que cambien con esfuerzo y sea un trabajo abrirse y dar.
No quiero lo exigido.
No quiero lo que no sale de forma natural.
Ahora me centraré en mí, porque mucho tiempo estuve entrometiéndome en la cabeza de los otros, para no pensar que quiero, quien soy, de que cosas tengo ganas.

Ya es hora de tener claro que deseo, que cosas me hacen bien, aunque al otro no le guste, no le agrade, no me quiera.
No acepto migajas, ¡ya no!
Estoy creciendo, estoy queriendo, estoy conociéndome…
Entre el silencio y los movimientos internos, surgieron los límites, surgieron los “No”, surgieron las sombras que me daba miedo ver.
Pero detrás de las sombras… el sol y las ganas de caminar segura hacia ese lugar hermoso, en calma, donde me espera el amor, la calidez, los mimos…
No acepto sobras.
Solo acepto platos principales, diseñados y pensados para mí.
Solo acepto lo que me gusta realmente, sin esfuerzos, sin presión.
Solo acepto lo que me hace feliz.