LA ESPERA

Publicado en por Sarahe

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Esperamos gestos, palabras, a alguien… esperamos mensajes de texto, correos, llamadas…
La espera a veces desespera, a veces se hace tortuosa, a veces es necesaria.
Esperamos 9 meses por un hijo, esperamos de tantas maneras diferentes..
A veces es un acto de amor, una cualidad, una actitud sabia y otras veces esperamos lo imposible, lo que nunca sucederá.
Muchas veces la decisión es nuestra, ¿Qué cosas queremos esperar? ¿a quiénes? ¿tiene sentido?
Otras veces nos quedamos en la quietud, en un tiempo muerto, en un vacío, sin hacer nada ni movernos, esa espera eterna, donde creemos que el otro, o eso que esperamos sucederá de la nada.
Esa espera mata, corroe, angustia, entristece, marchita y oxida.
Esperar con fe, con anhelos, con ganas, es maravilloso, si es que lo decidimos, si es que tenemos ganas, aunque tal vez lo que viene no sea lo soñado, pero sentimos que fue productiva la antesala.
Esperar puede ser una cualidad, puede denotar paciencia, pero algunas veces se espera lo que jamás llegará. Aquello que nunca sucederá.
Esperas imposibles, esperas ansiosas, esperas de te amos, de regresos, esperas de acciones, de cambios…

Cuando esperamos puede sorprendernos lo inesperado, tanta espera imaginada, tanto pensamiento dibujado, tanto plan diagramado, para que finalmente lo que suceda nos deje profundamente asombrados, porque sucedió lo loco, lo que salió del renglón y no lo sabemos manejar. Pero, ahí está lo bueno de nuestra aventura...soltar predichos, soltar planes perfectos y abrirnos a lo nuevo, a lo diferente, a lo que justamente no esperábamos.

¿Y tú?... ¿Qué cosas decides esperar?

 

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